El vender tu negocio a tus empleados no es algo que veas diariamente. Esto se debe a que quizás ellos no tengan el dinero para comprarlo. También quizás no tienen la experiencia y el conocimiento de administrar un negocio. Por último, al escuchar que piensas vender el negocio, los empleados pueden sentirse temerosos de perder su trabajo y buscarse otro.

A pesar de estos puntos en contra, puede haber alguien en tu personal interesado en comprar tu negocio. El punto está en los términos que se decidan a la hora de la venta. Por ejemplo, puedes venderlo a créditos para que te complete el pago después. Otra alternativa es firmar un contrato de seguridad. Esto significa que si algo llega a pasar puedes retomar el control del negocio para su debida recuperación.

Preparando Al Empleado A Quien Le Piensas Vender Tu Negocio

Si esta última alternativa es la indicada, puedes empezar por entrenar al empleado o a los empleados a quién has pensado vender tu negocio. Enséñales los métodos de liderazgo y entrenamiento en las diferentes tareas del negocio. Asegúrate de que ellos pueden manejar el negocio cuando tengan el control. Un punto importante es mantener todo bajo contrato firmado. Asegúrate que si al final no pasan las pruebas, no se hará el traspaso. Sin embargo, asegurarles también que si ellos satisfacen expectativas, el traspaso de poder se hará.

Otra alternativa en los entrenamientos es subir de posición a dicho empleado de a poco a poco. Esto ayuda para que se vaya acoplando a los temas administrativos. Invitalo a las juntas de directiva para que vea los temas que se debaten. También, enséñale a llevarse bien con sus compañeros que serán sus futuros empleados. Todo esto tiene que ser aprobado satisfactoriamente para el bien de la compañía.

Una Vez Vendido Tu Negocio, Sigue Tu Rumbo

Otro de los puntos importantes es el de alejarse una vez todo traspasado y venta que se haya realizado. Quedarse a ver como va el negocio es sinónimo de innecesario estrés que puede afectar tu salud si las cosas no te gustan. Cuando has vendido tu negocio, atrás quedaron experiencias, clientes y empleados. Tu ya no tienes el poder para ordenar ni para actuar. Es recomendable seguir tu rumbo fuera de aquello que fue una vez tuyo.

No importa el estilo o el nuevo aire que le den a tu negocio. Quizás sean otros los tiempos y la nueva forma de vender esté dando los resultados que los nuevos dueños esperan. Es mejor vivir del retiro, del dinero, y de la venta en disfrutar la vida o los planes que te hayas propuesto. Todo esto tiene sentido si la venta fue completa, pero como hablamos al principio de esta nota puede haber un contrato. Este acuerdo te dará el poder de regresar a tomar las riendas del negocio e intentar levantarlo como en tus mejores tiempos.

Vender tu negocio puede llegar a ser algo complicado sin la debida planificación. Uno siempre abre un negocio para tener un impacto en la comunidad, nunca piensa en venderlo. Sin embargo, con los años y la edad, es hora de pasarlo a nuevas mentes frescas. Vender tu negocio a un empleado de confianza puede ser la llave a continuar con el legado. Al fin al cabo, los empleados son unos de los que mejor conocen el negocio.

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